Agarrando la voluntad de un bracito,
Con fuerza halándola hacia mí para que no se vaya,
La veo alejarse cada vez más,
¿A dónde va la voluntad?
¡Rápido! ¡Ayudame! ¡Se me va la voluntad!
¿Qué pasará cuando se vaya?
¿Qué será de mí si la dejo escapar?
La de sonreír, la de despertar, la de no llorar,
La de levantarse de un letargo absurdo y no pedido,
La de pararse frente a un espejo y ver lo que sos,
La de salir adelante, la de olvidar, ¡la de perdonar!
¡No te vayás! ¡Volvé a mí!
¿Qué hace uno sin voluntad?
¿Por qué no mejor se vuela la cabeza?
No puede, ¡no hay voluntad!
Yo le grito, le ruego que se quede conmigo,
Que me ayude a recuperar la fuerza,
Que me ayude a salir de un estúpido hueco,
Pero la miro y se ríe, ¡se ríe de mí la voluntad!
Ella sigue su camino, no le interesa quedarse,
¿Para qué se va a quedar?
¿Pero es que qué voy a hacer sin ella?
¡Así como voy a salir de esta pues!
¡Voluntad no te riás más!
¡Voluntad no te me vayás!
Voluntad quedate que te necesito,
¡¡¡No puedo seguir viviendo sin voluntad!!!
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