25.2.08

Una piedra en el zapato de un fantasma

¿Qué diferencia hay para mí si sos un drogadicto o una puta, si sos un gerente o un presidente?
En los genes hay algo que no deja que nos odiemos, ¿por qué entonces me tiene que importar lo que hacés con tus días?, ¿por qué le das importancia a lo que yo hago si no me podés odiar de corazón?
¿Qué te ganás por hacer la vida de los demás insoportable, si pase lo que pase van a estar ahí, unidos por un lazo genético y un título social?
Me parece absurda tu forma de ver la realidad, ¿por qué no te vas más bien a un lugar donde todos piensen como vos? Dejemos de jugar al teatro, no quiero actuar más, no me interesa pretender que te soporto y estoy segura que tampoco te interesa.  
No crucés el límite de mi vida, quedate por fuera que lo que hay aquí adentro no te causa más que desilusiones, ganas de voltear la mirada, mala cara...cualquier cosa que se te genera cuando yo cruzo por tu cabeza se refleja asquerosamente en mí.
Tus mil demonios están entrando día a día a mi cabeza, me retumban tus reproches, recuerdo constantemente tus cantaletas y tus regaños sin explicación.  Siempre he pensado que padecés algún tipo de locura, que creés que no pertenecés a esta sociedad sino a una más alta, ¿a dónde querés llegar con tu puta altura? 
Te estás llevando por delante la felicidad de una persona que te quería y te admiraba tanto que hubiera hecho cualquier cosa que le hubieras pedido, ¿ahora qué? Se llenaron mis ojos de lágrimas, siento un sabor amargo en mi boca y en mis cejas se ve como la rabia se va apoderando de mí cuando te acercás, cuando entrás al lugar donde estoy, cuando suena el teléfono y oigo tu voz, cuando miro a mi derecha y escucho el sonido de algún programa de televisión que te entretiene mientras se gasta el tiempo de tu vida perfecta... ¡Ah no, se me olvidaba! ¡Yo no la dejo ser perfecta!
Soy yo quien borra tus sonrisas si es que te sale alguna, soy yo quien te hace cambiar la cara, soy yo quien saca de vos lo más maleducado de tu forma de ser, soy yo quien no te deja tener una vida tranquila sin preocupaciones importantes, me tenés que dar mente y no aceptás vivir sin criticar mi forma de llegar a las estrellas.
Si tenés el descaro de arruinar mis días, por lo menos acercate y preguntame lo que tanto querés saber, no hay nada que me de miedo y tenga que esconder, averiguá con la fuente más precisa si soy en serio todo lo que odiás en una persona, porque esa forma de actuar se está tirando en la paz, en la tuya y en la mía y cuando no hay paz...
No te quiero ver perdiendo en una guerra, dejame quieta, dejame tranquila, alejate de mí y cerrá la boca, no le des más bomba a una chica que tiene todo el tiempo disponible para enfrentar lo que estás haciendo...

0 Comentarios:

Publicar un comentario

A ver, coméntame

¿Me quieres apoyar?