En tus manos tenés la energía que vas extrayendo de mi piel, sentís cómo va recorriendo tu cuerpo por tus venas y tus sentidos se agudizan al verme perder lo que hay estorbando en el camino más delicioso que hemos tomado en nuestras vidas...
La boquita más deseada palpita con tu corazón mientras me voy entregando a lo que hace tu voluntad.
Sonreís y cerrás los ojos, un gemido responde al que se escapó de mi boca justo cuando mis piernas temblaron y la mente se tildó, no hay nada que quiera más conmigo que tu olor en mis manos, en mi boca, en mi cintura y en todos los lugares que en esta noche te atreviste a visitar.
No saben ni en el cielo que nos pueda pasar diferente a tener que controlar las ganas de saltarnos encima, nadie sabe con certeza a dónde llegaremos con este despliegue de coqueteos, sonrisas, besos, canciones, nadie puede explicarnos el tamaño de lo que estamos uniendo, pero no hay forma de pararnos porque este es el viaje para llegar al lago en el cielo que nos prometimos y cada pedacito de tiempo trae más alegrías y nos confirman la perfección...
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